¿Qué es el abuso sexual? ¿En qué niveles sociales ocurre? ¿Quiénes
lo cometen? Indicadores generales a los que se debe prestar atención. La
prevención, en este tema, es lo más importante. Por medio de ella enseñamos a
los niños a defenderse de situaciones adversas.
Para comenzar es importante
definir qué es un abuso sexual. Este implica una relación de abuso de poder,
asimétrica, entre un adulto y un niño, es decir, actividades sexuales
inapropiadas para su edad cronológica y desarrollo psico–sexual, cuando no
tiene capacidad de comprender o dar consentimiento pleno, con ejercicio de
poder y sometimiento que limiten su capacidad de elección.
El abuso sexual ocurre en todos
los niveles sociales, sólo que es más ocultado en los sectores económicos
altos. Es importante saber que menos de una tercera parte de los abusos
sexuales de menores los realizan desconocidos. La mayoría de las veces los
niños son víctimas de personas a quienes conocen y en quienes confían. El
abuso sexual puede ocurrir en cualquier momento y lugar.
Frente a estas situaciones es
muy frecuente la vergüenza y culpa que le genera a la persona que está pasando
por esta situación, lo que hace difícil que pueda denunciarla. Hay indicadores
generales a los que hay que prestarles atención como para detectar un posible
abuso sexual, ya que los niños siempre lo hacen notar de alguna manera:
-
Cambio
de actitud del niño; cambios bruscos en la conducta escolar.
-
Llanto
fácil.
-
Irritación,
dolor o lesión en la zona genital.
-
Evita
el contacto de manera extraña, temor al contacto físico.
-
Manifestación
explícita de sexualidad en juegos.
-
No
se alimenta bien.
-
Sueño
raro.
-
Conducta
excesivamente sumisa.
-
Depresión
crónica y retraimiento.
Es por esta razón el rol
significativo que cobra la comunicación y la enseñanza, que como padres,
abuelos, tíos, docentes, podamos realizar.
Algunas cosas fundamentales
para poder transmitirle al menor:
-
Aprender
a respetar el cuerpo. El cuerpo es de uno y no tiene que hacer nada que no
quiera o no le haga bien, o le haga sentir incómodo.
-
Hablar
sobre aquellas partes del cuerpo consideradas íntimas, donde no es apropiado
que alguien mayor los toque o acaricie.
-
Explicar
que es correcto decir “no” aunque sea un familiar, o conocido cercano.
-
Siempre
frente a alguna situación que no le guste o le incomode debe contarlo a su
persona de confianza.
-
Enseñarles
la diferencia entre secretos que se pueden guardar (“le compramos un regalo a papá y no hay que contarle hasta que no sea
su día de cumpleaños”) y secretos que se deben contar (“no le digas a nadie que te toqué la cola,
es nuestro secreto”).
-
Por
medio de métodos lúdicos uno puede enseñarles a los niños. De vez en cuando
juegue a: ¿Qué tal sí…? Por ejemplo
pregunte a su hijo: ¿Qué tal si un conocido o familiar te ofrece unos
caramelos y chocolates a cambio que lo dejes tocarte en partes privadas tuyas?,
¿Qué harías si un amigo de mayor edad quisiera tocarte de una manera que no te
gusta, pidiendo jugar un juego secreto contigo? El objetivo no
es que sea un interrogatorio forzado, sino que el menor vaya aprendiendo y en
el caso que no responda lo que esperamos, explicarles las posibles respuestas.
No hay que temer hablar de
estas cosas con los chicos, se debe ir educándolos desde niños sobre estos
temas, ya que la prevención en estos casos es lo principal. Fundamentalmente
hay que brindarle confianza al niño para que se anime a contar y/o preguntar
cualquier cosa, es la mejor manera de propiciar que nos consulten sus dudas y
de esa forma poder ayudarlo.
VALORES IMPORTANTES A FOMENTAR EN EDUCACIÓN SEXUAL
La sexualidad humana es uno de
los modos más importantes de relacionarnos que existe para las personas, por lo
cual, casi todos los valores humanos que fomentemos van a tener una importancia
más o menos directa en el desarrollo psicosexual.
Asimismo, es válido mencionar:
Placer: Es importante transmitir que
el placer forma parte de una sexualidad saludable. Si no hay placer en el
ejercicio de la sexualidad de las personas, seguramente hay algo que revisar.
Intimidad: Tiene que ver con la reserva
que elegimos las personas para realizar algunas acciones más que otras, con
entender que existe la intimidad física y también la intimidad espiritual y que
las personas tienden a sentirse más plenas y felices cuando pueden gozar de
ambas.
Comunicación: Como en cualquier otro aspecto
de las relaciones humanas, se vuelve importantísimo poder comunicar gustos,
deseos, emociones, fantasías, preferencias, etc. Si se fomenta en las personas
la habilidad para transmitir lo que sientan y pedir lo que necesiten de manera
respetuosa, es mucho más probable que se desarrollen conductas sexuales
saludables y placenteras.
Respeto: Es fundamental transmitir que
mi derecho termina cuando el del otro empieza y viceversa. No es posible
relacionarnos sexualmente de manera saludable si no tenemos incorporado el
respeto en nuestro modo de vincularnos.
Salud: Es importante informar sobre
las enfermedades de transmisión sexual más propagadas así como los medios óptimos
para reducir al máximo estos riesgos. Al mismo tiempo, tener en cuenta que
existen modos saludables y no saludables de ejercer nuestra sexualidad. Si en
este ejercicio hay malestar, sufrimiento, dolor físico o moral, hay que pedir
ayuda sin miedos ni prejuicios.
Procreación responsable: Al educar sexualmente a otro
ser humano habremos de tener en cuenta que la relación sexual tiene como una de
sus posibles consecuencias la reproducción. Es importante, además de informar
sobre los distintos métodos anticonceptivos, recordar que es responsabilidad de
las personas que la reproducción se desarrolle junto a una madurez emocional
suficiente y acompañada por el deseo de paternidad/maternidad que necesita un
bebé para desarrollarse sanamente.
Diversidad: Las personas vivimos la
sexualidad de manera diversa. Es saludable que así sea, así como también es
saludable que aprendamos a respetar esta diversidad en los otros y en uno
mismo.
Laura
Díaz – Psicóloga – Mat. 4968
Curso
de Posgrado en Sexualidad Humana, Instituto Kinsey de sexología. Avalado por
FESEA (Federación Sexológica Argentina)
Sexóloga
Clínica y Sexóloga Educativa por la Federación Sexológica Argentina (FESEA)
Evelyn
Pinto - Psicóloga. Mat. 5051
Curso
de Posgrado en Sexualidad Humana, Instituto Kinsey de sexología. Avalado por
FESEA (Federación Sexológica Argentina)
Cel.: 0341-156807795
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