El Mundial que cambió la
historia
BRASIL 2014
Por Sebastián Muape
Himnos alternativos. Argentinos y
brasileños viviendo una rivalidad exacerbada, palpitando una soñada final el 13
de julio. Paroxismo futbolero. La familia en el estadio y frente a la TV como
nunca. Nos rendimos disfrutando del mejor Mundial en décadas, que nos hace
sentir su calor desde el país vecino.
El planeta está asistiendo a una Copa del Mundo
histórica. Quienes aún no hayan reparado en esto, pues tienen la posibilidad de
hacerlo en las instancias definitivas de la competencia. Un Mundial hermoso
desde todo punto de vista, estéticamente maravilloso. Los estadios son de
ensueño, las tribunas repletas, más coloridas que nunca, y como si fuera poco,
con duelos de hinchadas al más puro estilo sudamericano. Desde lo futbolístico
también es un gran torneo, el juego está a la altura de las circunstancias y
nos ha ido entregando gratas sorpresas y oportunas confirmaciones.
El campeón reinante, España, se fue de Brasil en silencio,
eliminado en primera ronda, pero dejó un legado inmenso. Muchos de los equipos
que dan espectáculo en tierra carioca, como Holanda, Colombia, la sorprendente
Costa Rica y según la ínfima mirada de este analista, especialmente Bélgica,
llevan en sus genes la indeleble huella española. Practican el fútbol del
control de la pelota y asumen el protagonismo pensando en jugar bien, tan
simple y necesario como eso. Pero vamos
por parte.
PRIMERA
FASE
Sorpresas,
ratificaciones y decepciones
Inglaterra, Italia y Uruguay, además de compartir grupo,
vieron cómo la selección costarricense clasificaba primera entre ellos,
destrozando pronósticos. “La Celeste” acompañó a octavos, donde se topó con el
buen equipo colombiano al mando de José Pekerman. Ingleses e italianos a casa
temprano.
En el resto de los grupos prevaleció la lógica y los infaltables
pronosticadores se afianzaron en sus opiniones. Brasil, Holanda, Francia,
Argentina, Alemania y Bélgica ganaron sus respectivos grupos y no dejaron lugar
a sorpresas. Colombia hizo lo propio con puntaje ideal, pero además tiene a James
Rodríguez de 22 años, el jugador más influyente que mostró el Mundial, al menos
hasta cerrada la llave de octavos, y que por si fuera poco, aparece en esa
instancia como el goleador del certamen con 5 tantos.
La decepción más grande aunque tal vez esperada, dado que
no llegó en plenitud física, se llama Cristiano Ronaldo. Su Portugal se fue en
primera ronda y él apenas logró hacer un gol. La rodilla izquierda no le dio
tregua y éste es sin dudas un atenuante, para su magra participación
mundialista.
Por el lado del anfitrión, su figura máxima, Neymar Jr,
llamado a heredar el trono de Messi, cumplió con creces. Asumió, con sólo 22 años,
el liderazgo de la selección brasileña, lo que es mucho decir. Convirtió 4
goles y mostró talento de sobra para brillar en un equipo al que no le sobra
nada. Este chico aglutinó, con su juego alegre y frontal, las ilusiones de 250
millones de hinchas.
Lionel Messi, por su parte, está mostrando las
credenciales que se ganó como el mejor de todos. Aunque sin su fútbol colosal,
apareció con goles definitivos en la fase, que sirvieron para que el equipo de
Sabella gane los tres partidos y, con default futbolístico, se instale con
pretensiones de más. El conjunto albiceleste, al igual que ocurre con la
selección de Brasil, mostró una dependencia absoluta de su figura. Hasta acá
dio resultado, pero en ambos casos parece poco para llegar a jugar la final del
13 de julio en el Maracaná.
La nota oscura del Mundial es la desafección del
delantero uruguayo Luis Suárez, como consecuencia de haber mordido (sí, leyó
bien) al defensor italiano Giorgio Chiellini. Esta irresponsabilidad absoluta,
además de generar una cuestión de Estado en la que, hasta el Presidente José
Mujica calificó como “una manga de hijos de puta” a los dirigentes de FIFA, le
valió una multa de cien mil euros, nueve partidos internacionales y una
suspensión de cuatro meses.
OCTAVOS
El
verdadero comienzo
Nos sorprendimos gratamente con el nivel de los equipos
que, a priori, no llegaban a Brasil a escribir la historia, pero que dejaron
sensaciones óptimas por su entrega y buen paso por la Copa. Tal es el caso de
Chile con el entrenador casildense Jorge Sampaoli. Una propuesta ambiciosa y
vertical que puso en serios apuros al seleccionado local, al punto de estar a
centímetros de hacerle el gol del triunfo a pocos minutos del final del tiempo
extra, cuando el delantero Muricio Pinilla hizo temblar el travesaño de Julio
César y los corazones de la afición carioca. En los penales, la suerte le
sonrió a los de Neymar que así avanzaron a cuartos.
Holanda con Robben y Van Persie, siempre candidata,
estuvo a 3 minutos de perder con México, que le plantó batalla de igual a
igual. Un cuestionado penal le dio la victoria y dejó a los de Centroamérica
sin Mundial.
La ratificación silenciosa de Francia, una selección
poderosa de la que casi no se habla pero que arrasó a sus rivales con un juego
punzante y ambicioso. Le hizo precio a Nigeria (2-0) y mostró a un madurísimo
Benzema, y a Pogba y Valbuena como figuras excluyentes.
Alemania, el candidato de siempre, volumen de juego y
poderío ofensivo, pero que necesitó del alargue para dejar atrás a Argelia
(2-1).
Argentina y Messi, tal lo hecho en primera ronda, aparecieron
en los minutos finales. Una jugada extraordinaria del rosarino para que otro
rosarino, Ángel Di María, defina de zurda en el minuto 120 y selle el pase a
cuartos y la salida de Suiza.
La sorprendente Costa Rica hizo historia venciendo por
penales a Grecia, para ello necesitó de los servicios de Keylor Navas quien sea
tal vez, el mejor arquero del campeonato.
Por último se destacan dos selecciones que mantuvieron el
gran nivel mostrado en la zona de grupos: Colombia venciendo al trote a Uruguay
por 2 a 0; y Bélgica dejando fuera a EEUU en el suplementario y por 2 a 1. El
seleccionado cafetero de Teo Gutiérrez y el ilustre James Rodríguez, tuvo
posesión de la pelota y logró funcionalidad y eficacia. Bélgica, por su parte,
contrarrestó el juego físico del equipo “Yanqui” y lo desbordó con el juego
inteligente de Fellaini y sus jóvenes figuras Mertens, Lukaku y Hazard.
CUARTOS
Prevaleció la lógica
Sin dudas, ver a Costa Rica y a Colombia en cuartos de final, jugando bien
al fútbol y con serias aspiraciones de avanzar a la siguiente ronda, tiene un
componente pintoresco y romántico, si se quiere. Pero un campeonato del mundo
normalmente desoye ese tipo de cuestiones y se sumerge en la lógica despiadada,
donde los méritos acumulados y la valoración empática se quedan sin fuerzas,
jugando la historia su carta definitiva. Colombia se fue de la Copa envuelta en
aplausos y emoción, las lágrimas de James sintetizan la tristeza de un grupo
que confió en sus posibilidades sustentadas en un juego ágil y vistoso. Ganó 2
a 1 Brasil, una vez más con la boca seca por los nervios del final, cuando el
rival lo arrinconaba contra su arquero. Un rodillazo asesino de Camilo Zuñiga
arrancó la figurita de Neymar del álbum del Mundial. Fractura en la tercera
vértebra lumbar. Conmoción absoluta. El crack brasileño fue víctima de una
verdadera cacería, se lo maltrató sobremanera en los últimos tres partidos, al
punto que llegó con lo justo al duelo sudamericano del que salió en camilla.
Costa Rica fue un himno a la esperanza. Se plantó de igual a igual frente a
Holanda. 120 minutos en cero. El DT holandés, Louis van Gaal, cambió al arquero
para la serie de penales; Tim Krul les contuvo los envíos a Bryan Ruiz y
Michael Umaña. Holanda a semis. “Los
penales son cuestión de suerte” se animó un hincha en la mesa de café.
Alemania está empeñada en hacer más historia. Accedió a semifinales por
cuarta vez consecutiva. En esta oportunidad, dejando en el camino a Francia por
1-0, el gol lo marcó Mats Hummels. Se medirá con Brasil (sin Neymar ni Thiago
Silva) el 8 de julio en Belo Horizonte, buscando un lugar en la final.
24 años esperamos para ver a la Selección argentina superar los cuartos.
Finalmente, en tierra brasileña, el equipo de Lionel Messi va a jugar los siete
partidos del Mundial. Con lo justo, es cierto, pero gana y gana. Sabella metió
mano y los jugadores le respondieron. Demichelis entró por Federico Fernández y
Lucas Biglia por Gago. La albiceleste le ganó 1 a 0 a la sorprendente Bélgica.
Anotó Gonzalo Higuaín, sobre el que pesaba una densa sombra de duda, por su
falta de gol. La nota dramática la dio la lesión muscular sufrida por Ángel Di
María, que lo saca de la competencia.
El 9 de julio el país celebrará su Independencia haciendo fuerza para que
Messi y compañía, se ganen un lugar en la final; para ello deberá sortear la
valla que significa Holanda. El fútbol que llevó Lionel a Brasil, fue
suficiente para pisar firme en la zona de grupos, vencer a Suiza (octavos) y a
Bélgica (cuartos). Tal vez sea necesaria ahora una cuota mayor de su colosal
talento; lo positivo es que no mostró lo que le conocemos y Argentina está en
semis, es decir que el margen es enorme. Lo saben sus rivales. Lo saben sus
compañeros, que lo buscan en todo momento. Lo sabemos nosotros, que soñamos con
ver la petisa de 5 kilos de oro, entre sus manos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario