SEXUALIDAD
Por Laura Diaz / Psicóloga - Sexóloga
www.psicosexualidad.com
A lo largo
de la historia se han ido estableciendo distintas creencias en torno a la
sexualidad. Algunas se fueron desestimando con los avances científicos pero
otros supuestos han quedado fuertemente instalados en la cultura, provocando
malestar, angustia, disfunciones sexuales y problemas de pareja, entre otros.
No es posible en este espacio abordar todas las
creencias falsas, por lo tanto, en esta selección se tendrán en cuenta las que
se encuentran más firmemente arraigadas:
* La
masturbación solo se relaciona con hombres y hombres solteros: el placer de
la autoestimulación es un factor importante de la sexualidad de las personas y
un punto fundamental de aprendizaje, aprender cómo llegar al orgasmo y qué le
gusta a uno mismo para poder transmitirlo a la pareja. Tanto disfrutan de la
masturbación los niños como los adultos, hombres y mujeres, en etapa de
soltería como en pareja.
* El orgasmo
femenino debe darse mediante la penetración: el punto de mayor placer y
terminaciones nerviosas con respecto al sexo es el clítoris, no la vagina. La
antigua creencia de que existen dos orgasmos, clitoriano y vaginal, produce en
muchos casos preorgasmia (dificultad de llegar al orgasmo) en las mujeres. Por
cuestiones anatómicas es necesario en el 75% de las mujeres que haya, además de
la penetración, estimulación en el clítoris para llegar al orgasmo.
* El tamaño del
pene importa: relacionada a la creencia falsa anterior, en este mismo
sentido es más importante una buena estimulación, besos y caricias en el lugar
indicado. El tamaño del pene no es proporcional al placer sexual.
* Sacar el pene
de la vagina antes de eyacular impide la fecundación: creencia errónea, ya
que el líquido pre-seminal que se libera en la excitación masculina posee
espermatozoides que son factibles de producir la fecundación. No sólo se puede
quedar embarazada, sino que también es posible la infección de enfermedades de
transmisión sexual si no se usa el preservativo correctamente desde el
principio de la relación sexual.
* Es necesaria
la erección para poder disfrutar una relación sexual: que en algunos casos,
por cansancio o stress no haya una erección adecuada para la penetración no
tiene por qué ser vivido como un problema. Una buena relación sexual va más
allá que un par de centímetros, tenemos todo nuestro cuerpo y mente para
disfrutar con el otro ¿si no hay erección ocasional, con qué otra cosa podemos
ser creativos?
* La relación
sexual se debe dar naturalmente: en el momento que creemos que debemos
saberlo todo, nos limitamos un aspecto fundamental como es la capacidad de
aprendizaje y el poder comunicar nuestros gustos y deseos al otro. No somos
todas las mujeres iguales, ni a todos los hombres les gusta lo mismo, es
importante permitirnos explorar y sorprendernos con lo que le gusta a nuestro
compañero/a y con lo que nos gusta a nosotros.
* Una buena
relación sexual implica que los parteners lleguen al orgasmo al mismo tiempo:
Una vez más, la exigencia por querer acomodar el orgasmo a un parámetro puede
hacer que se interrumpa el fluir de la experiencia sexual y se escape el
placer.
Sostener creencias falsas con respecto a la sexualidad
genera múltiples consecuencias o manifestaciones, una de las principales tiene
que ver con las disfunciones sexuales. Generarse exigencias desde estos
supuestos falsos produce que la persona esté más pendiente de su performance
que de sentir placer y conectarse con el otro, se encuentra observándose y
exigiéndose hacer o lograr como “cree” que deben darse las cosas. Esto nos
puede llevar a no vivir la sexualidad como placentera, vivirla con culpa,
ansiedad y malestar como consecuencia de los mitos que circulan, los cuales no
siempre imparten valores positivos.
Así mismo, frente al desconocimiento la persona queda
más expuesta a enfermedades de trasmisión sexual o embarazos no deseados, ya
que en muchos casos la información que circula entre los pares no es correcta y
eso lleva a la confusión y poco cuidado de uno mismo y del otro.
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