Gente corriente III - Abril 2º




LOS POLÍTICOS NO LEVANTAN AL PAÍS, SE LEVANTAN A ELLOS MISMOS

Por Ana Guerberof
ana.guerberof@gmail.com

Desde España
Mayte Oriol Grau vive en su casa de turismo rural, Villaró de la Llena, a 10 km de Solsona, un pueblo semejante en tamaño a Chabás en el Prepirineo catalán. Su padre Albert Oriol vivió en Buenos Aires hasta los 30 años y luego regresó a Cataluña. Nunca volvió a la Argentina pero Mayte hizo ese viaje por él, amén de muchos otros, porque su vocación es viajar y conocer a “las gentes” no a los monumentos. Los que han tenido el privilegio de visitarla han disfrutado de su hospitalidad. Dice que no sabe si la heredó de su parte argentina o de su madre que tenía siempre las puertas abiertas. Mayte combina su generosidad con una personalidad arrolladora. Su risa es contagiosa y su voz ronca, porque todavía fuma, y contundente.
¿Por qué se trasladó aquí?
Veníamos los veranos con mi marido y mis dos hijos. No me gustan nada las ciudades para vivir. Al principio estábamos en Solsona, mi marido llevaba la contabilidad de varias empresas y yo empecé a trabajar en la Oficina de turismo. Pero queríamos estar a las afueras, encontramos esta casa de campo y la arreglamos.
¿Lleva bien vivir aquí sola?
Muy bien, con los animales, el huerto, la cocina, los amigos. Luego, contesto a los correos de los clientes. Pero prefiero oír la voz, que nos hablemos por teléfono, se conoce mejor a la persona. En el invierno, con el frío, paso la noche en Solsona.
Con tantos clientes ¿le ha impactado algo?
Es una casa aislada en la montaña sin televisión y el tipo de personas que viene ya es particular, educados, les gusta la montaña. No es poder adquisitivo es calidad humana. Vienen personas de países europeos muy planos, como Bélgica u Holanda, porque con un poco de montaña ya se conforman.
Recuerdo que un belga se perdió y me llamó para decirme que estaba en un bosque y yo le decía pero dame una señal y lo único que decía era “estoy en un bosque”. Al final lo encontré. Otros se perdieron en la niebla pero iban con Foc (su perro) y lo siguieron hasta llegar aquí. Es que hay muchos caminos que no te llevan a ninguna parte.
¿Qué es necesario para vivir en el campo?
Muchos dicen que se quedarían a vivir pero no lo creo. Necesitan salir y tener comercios, estar conectados. Otros me dicen que es un lujo no tener tele porque hoy en día está presente en todos lados y aquí juegan a las cartas, hablan y se escuchan. Me lo agradecen.
¿Qué le diría a alguien que quisiera poner una casa rural?
No es un negocio. Que no quieran montar una casa rural como si fuera un piso en Passeig de Gràcia (calle principal de Barcelona). Que sea cómoda pero sin lujo, que sea transportarse a otra realidad, que las personas disfruten del campo, de sus animales.
De todos sus viajes ¿cuál le ha gustado más?
Quería ir a Argentina porque mi padre hablaba siempre de Buenos Aires. Al final es lo que menos me gustó del país, pero eso no lo pongas, que se ofenderán (le aclaro que seguramente no). Me gustó Calafate, los glaciares, Bariloche, todo. Nos quedábamos en hospedajes y la gente era tan hospitalaria. Me ofrecían mate y me acabó gustando. Te hace compañía, como fumar. Ahora querría volver a África, estuve en Etiopía y me robó el corazón. A Cuba volvería por “su gente”, como dicen allí. La alegría que tienen en el cuerpo a pesar de la adversidad. No es el país, es la gente, la circunstancia, como te sientas...
¿Conoce Chabás?
No.
¿Y Rosario?
No, ni Mendoza, es mi asignatura pendiente.
¿Qué recomendaría de Solsona?
Le recomendaría a cada persona algo diferente, no es lo mismo un profesor estudioso del Románico que tú, por ejemplo, u otro al que le gusta hacer escalada, senderismo, piragüismo o la ruta de los cátaros (me muestra la ruta por las montañas).
¿Cómo solucionaría la crisis?
Se me ocurre que la corrupción tiene que acabar ¿Por qué estamos todavía manteniendo a la familia real? Los políticos no levantan al país, se levantan a ellos mismos. Más claridad, más transparencia, menos gastos y menos recortes de lo que es importante. También la crisis ha puesto a cada uno en su lugar. El consumismo era absurdo.
¿Quiere la independencia?
Si España no nos quiere, que nos deje. Hemos sido una región rica y hemos sustentado al resto. Los impuestos se van a España pero no vuelven. En Europa existen muchos países pequeños ¿Por qué no aquí? Al principio será difícil pero estaremos mejor.

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