De a uno – De a pocos – De a muchos
Adriana Sgariglia tiene en su casa un taller de costura desde el año 1992. Se encarga de la moldería y del corte y armado de las prendas, en este micro emprendimiento que hoy en día lleva adelante junto a su hijo. Con 53 años y más de dos décadas dedicadas a hundir en la tela aguja e hilo, he aquí una protagonista más de la sección que hemos dado en llamar: LABURANTES.
¿En qué consiste tu rutina de trabajo?
Me levanto a las 7 de la mañana y trabajo hasta las 10; y por la tarde de 15 a 20 hs.
Cuando llega el pedido de las prendas, organizo los cortes, mi hijo los lleva a su taller para el correspondiente estampado y luego vuelve todo a mi casa para el armado, planchado y embolsado.
Cuando comenzaste con el presente trabajo, ¿tuviste la posibilidad de elegir entre este y otro/s? ¿Por qué elegiste éste?
Anteriormente hacía trabajos particulares. Cuando mi hijo, hace 5 años, empezó a fabricar ropa deportiva, nació la idea de trabajar juntos.
Elegí este trabajo porque siempre me gustó y además me resultaba más cómodo trabajar en casa.
Cuando eras chica, ¿qué soñabas con ser o hacer de grande?
Desde chica quise trabajar de esto; lo hice para ayudar a mis padres y lo sigo haciendo con mucho gusto.
¿Cuál es el motor que te pone en movimiento cada mañana, para salir a trabajar?
El compromiso que se toma al aceptar un trabajo y el deber de entregarlo a su debito tiempo es lo que me pone en movimiento cada mañana, tomo esto con mucha responsabilidad.
¿Qué sentís que aportás con tu trabajo?
Una ayuda para mi casa.
Además de un sueldo, ¿qué te aportó tu trabajo?
Estar ocupada todo el tiempo, me hace sentir bien.
¿Sin qué objetos te sentís “desarmada” a la hora de ir a trabajar?
Sin los anteojos y la tijera me siento desarmada.
¿Qué es lo que más disfrutás de tu trabajo?
Cuando termino un trabajo disfruto al ver que las personas que lo retiran se van conformes con el pedido.
¿Qué es lo que menos te gusta de tu trabajo?
Preparar la moldería es lo que menos me gusta.
¿Qué cosas te enojan?
Me enoja la mentira y la hipocresía.
¿Le temés a algo? ¿A qué?
Sí, le tengo miedo a la vejez.
¿Tenés alguna frase de cabecera?
No.
¿Cuándo te gustaría “bajarle la persiana” al trabajo?
Bajaría la persiana cuando sienta y vea que ya no rindo como debería.
¿Qué te gustaría hacer en ese tiempo que te quedaría disponible?
Soy muy casera, me gustaría dedicarme a las plantas.
¿Qué es la vida?
La vida es un regalo de Dios, depende de cada uno vivirla con intensidad, siendo buena persona y sin molestar a nadie.
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