UNA
PROBLEMÁTICA QUE CRECE A PASOS AGIGANTADOS
Ing. Agr. Nicolás Falcinelli
Centro Desarrollo Agrícola
nicofalcinelli@hotmail.com
En
la década del 90 comenzó una fuerte expansión de la siembra directa, impulsada
por la baja de precio del glifosato y la aparición de variedades de soja
resistentes a dicho herbicida.
La
continua baja del precio y el aumento de precios internacionales de soja
hicieron que la relación insumo/producto sea cada vez más favorable y que esta
modalidad de producción (soja RR en siembra directa) se expanda por toda la
zona núcleo y luego hacia regiones extra pampeanas.
Como
consecuencia de aplicar durante muchos años un mismo herbicida, se generó una
alta presión de selección sobre las poblaciones de malezas y éstas fueron
cambiando. Otro factor que influyó en la aparición de malezas tolerantes y
resistentes a glifosato fue la baja rotación de cultivos.
Desde
el año 2000 comenzaron a observarse en diferentes zonas, poblaciones de malezas
de difícil control con las dosis de uso habitual de glifosato; a modo de ejemplo
se puede citar para la zona sur de Santa Fe: rama negra, flor de santa lucía,
parietaria, chloris, sorgo de Alepo RR.
Este
tema preocupa a productores y técnicos tanto de la zona de Chabás como de todo
el país. Es que año tras año se declaran nuevos casos de resistencia y
tolerancia a la molécula de glifosato, y llevan a una agricultura con costos
más elevados.
El año pasado, las excesivas lluvias ocurridas agravaron el problema
ya que se aplicaron lotes tardíamente, con malezas en un estado avanzado de
crecimiento y desarrollo (sobre todo rama negra) lo cual está inversamente
relacionado con la sensibilidad de las mismas a los herbicidas. Esto implicó
fallas de control, mayores costos y retrasos en la fecha de siembra en los
casos que se decidió aplicar nuevamente.
El Chloris es otra maleza cuya presencia y abundancia está
aumentando en lotes de producción. Al igual que rama negra es una especie adaptada
a los sistemas sin labranza y se han observado frecuentes fallas de control con
glifosato al estado reproductivo.
El especialista en malezas J. C. Papa, determinó que una
aplicación de glifosato, independientemente de la dosis, suele ser insuficiente
para destruir la totalidad de las yemas de plantas desarrolladas de chloris,
siendo necesarias aplicaciones secuenciales con dosis normales a partir del
inicio de la brotación en primavera y repetidas a cada instante de rebrote con
la finalidad de reducir el banco de yemas; los graminicidas selectivos postemergentes también fueron eficaces
pero no superaron al glifosato.
Para
minimizar gastos en control de malezas y lograr sustentabilidad al sistema es
necesario un manejo que permita bajo stand de malezas durante todo el ciclo
agrícola.
Es necesario realizar un control temprano (control otoñal),
ya que luego de la cosecha, los suelos sin vegetación viva y con un balance
hídrico positivo se encuentran propicios para el nacimiento de malezas. Es
fundamental realizar un monitoreo correcto para determinar los principios
activos a utilizar y el momento óptimo de aplicación. En el caso de rama negra
la clave del manejo pasa por controlarla cuando la planta se encuentra en estado
de roseta (3 a 8 cm de diámetro). Además es el momento oportuno para el control
de malezas perennes primavero-estivales, ya que durante esta época acumulan
materia seca en sus órganos de reserva (rizomas en sorgo de Alepo o estolones en commelina). Esta
disposición de la planta al tener como destino esos órganos, facilita el
transporte de herbicidas hacia esas zonas, logrando buenos controles.
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