En reunión de edición decidimos que lo que realmente corresponde, es tener corresponsales allí donde suceden los hechos, por ejemplo, deberíamos enviar alguien ya a Famatina. Porque amén de la preparación que uno en forma autodidacta o a través de maestros, pueda procurarse, nada hay tan valioso como estar de cuerpo presente captando no sólo los hechos, sino el contexto formado tanto por los humanos afectados por tal o cual situación, como por el medio físico. Después del entusiasmo inicial, caímos en la cuenta de que nuestro bolsillo tiene menos contenido que la edición actual de Gran Hermano. Entonces, descendimos a terreno fértil y nos propusimos lo que sí podemos hacer, esto es, diseñar nuevas secciones, decirle adiós a aquellas que han cumplido su labor, diversificar los temas, sumar columnistas, optimizar lo aprendido en estos casi 2 años para ofrecerle a usted, que tiene este periódico en sus manos, un mejor y más nutrido material.
Para empezar, encontrará en esta misma página “Micros – Propios”, un trabajo en equipo entre Leo Malizia, fotógrafo, y Alejandra Tenaglia, autora del microtexto que lo acompaña. También hemos podido hacer posible un espacio dedicado a causas judiciales que por uno u otro motivo –y tanto a nivel local, como provincial, nacional o internacional- han sido centro de atención en determinado momento, revelando las resoluciones dictadas u otros detalles del camino que transiten, en la medida que podamos ir accediendo a esos datos. La sección se titula “El curso de las causas”, y su participación como ciudadano, documentos legales en mano, será de suma importancia.
En la edición de marzo, volviendo a nuestra habitual cantidad de páginas, daremos inicio a las restantes columnas que, gracias a la buena predisposición de los colaboradores que se van sumando, son casi una realidad. Así que Juan –nuestro imprentero- metele que son pasteles…
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