ENREDADERAS Y TREPADORAS
Por Verónica Ojeda de Razzini
Las enredaderas y trepadoras son plantas que necesitan de un soporte para poder sostenerse. Algunas son trepadoras puesto que se van agarrando de la pared para ir tomando volumen y altura; otras se van enredando en estructuras, poseen para ello algunos órganos que les facilita y permiten lograr su máximo desarrollo, estos pueden ser zarcillos, que se asemejan a pequeños resortes que ayudan a la planta a prenderse por ejemplo de una reja.
En el caso de las trepadoras el tronco se afirma a las paredes, por lo que las ramas laterales van adoptando esa forma; también pueden desarrollar espinas, como es el caso de la Santa Rita, que la planta utiliza para afirmarse; otras se ayudan con ventosas, por ejemplo en el caso de ampelopsis.
A la hora de elegir hay que tener en cuenta la función que se le quiere dar y los metros cuadrados de los que disponemos para evitar dolores de cabeza.
Las hay de verano y de invierno, así que también tendremos en cuenta esto según la vista que queremos lograr.
Muchas veces las enredaderas pueden solucionar temas como paredes deslucidas, visuales no muy atractivas, medianeras no resueltas, aportando follaje y color si poseen flores.
He aquí una descripción de dos especies elegidas:
AMPELOPSIS (Parthenosissus tricuspidata)
Planta trepadora provista de ventosas adhesivas.
Hojas: caducas, trilobuladas, grandes, lustrosas, que viran al rojo en otoño, siendo su momento más atractivo.
Fruto: baya oscura azulada sin importancia.
Flor: verdosas pequeñas dispuestas en umbela, casi imperceptibles, sin valor ornamental.
Se adapta a cualquier tipo de suelo.
Clima: en lugares soleados la coloración otoñal es más intensa pero el crecimiento es más lento. En lugares sombreados el rojizo es menor pero se desarrolla con más rapidez.
Usos: tapizar paredes.
Variedad: quinquefolia, en lugar de tener tres puntas la hoja tiene cinco, se utiliza como cubresuelo o para pérgolas.
PARAGUAYITA (Antigonum leptopus)
Planta trepadora de tallos estriados, con zarcillos en las terminaciones de las inflorescencias y también en las axilas de las hojas.
Hojas: acorazonadas, pubescentes de follaje persistente o caduco según la zona, en la nuestra se comporta como caduca.
Flores: muy vistosas, en racimos de color fucsia, terminan en un zarcillo trífido.
Época: desde primavera hasta el comienzo del otoño, según las temperaturas.
Las hay en color blanco, variedad alba.
Usos: en pérgolas y enrejados.
Crecimiento rápido. Suelos sueltos, bien drenados.
Clima: necesita bastante luminosidad y sol.
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