Agosto Ciencia y Tecnología


EL ORIGEN DE LA MASA

“LA MÁQUINA DE DIOS”

Por Alejandro Quadrelli
alejandroquadrelli@gmail.com

El pasado mes, el Gran Colisionador de Hadrones (en inglés Large Hadron Collider, LCH), también conocido como la “Máquina de Dios” (denominación que no ha caído bien ni a los religiosos ni a los científicos), ha permitido el descubrimiento del bosón o partícula de Higgs, el principal elemento al cual la física hace responsable de otorgar masa a toda la materia.
El origen de la masa y qué es la masa realmente, son dos incógnitas que han quitado el sueño y consumido horas de estudio, observación y experimentación a los científicos de todos los tiempos. Las creencias religiosas aportan cada una de acuerdo a su credo y sustentándose en la fe, una respuesta a la pregunta ¿qué insufló vida a la materia? En cambio entre los físicos, la búsqueda aún continúa. No en vano sobre todo la prensa ha dado a conocer este colisionador, como antes se ha dicho, con la expresión “Máquina de Dios”. Con su utilización se espera también descubrir qué es la materia oscura (que ocupa más del 95% de la masa del Universo); cuántas partículas tiene el átomo en total; cómo era la materia en los instantes posteriores inmediatos al Big Bang (Teoría de la Gran Explosión, de acuerdo a la cual precisamente una gran explosión fue el origen del Universo).
Haciendo un poco de historia podemos decir que, la idea de la interacción (choque) entre los protones, surge en los años 30. Recién en la década del 50 comenzaron a desarrollarse los primeros aceleradores de partículas, los cuales poseían dimensiones mucho menores al actual Gran Colisionador de Hadrones.
A mediados de 1964, el físico británico Peter Higgs (quien actualmente tiene 84 años) junto a sus colaboradores propusieron el “Mecanismo de Higgs”, el cual explicaba el origen de la masa de las partículas elementales. Dicha teoría consistía en postular que existía un campo que rodeaba todo el espacio y que toda partícula elemental que interactuara con ella, adquiriría masa; mientras por el contrario, aquellas que no lo hicieran, no poseerían masa. La intención de estos postulados era conocer la teoría del Big Bang y poder recrear momentos próximos a ella.
Luego de casi 20 años de trabajo y con una inversión de más de 6.000 millones de dólares, en las proximidades de Ginebra, en la frontera franco-suiza, pudo llevarse a cabo  el Gran Colisionador de Hadrones, el cual entró en funcionamiento en septiembre de 2008. El mismo consta de un túnel circular de 27 km de circunferencia a 100 m de profundidad con más de 2.000 físicos de 34 países, entre ellos argentinos, que han participado en su construcción.
A pesar de la complejidad de su funcionamiento, muchos de los científicos pertenecientes al proyecto realizaron explicaciones sintetizadas y con bajo nivel de complejidad, para que incluso nosotros podamos entender la magnitud de tal descubrimiento.
El cuerpo humano está compuesto de átomos que a su vez están compuestos de protones de tipo hadrón. Lo que hace el Colisionador de Hadrones es provocar el choque de dichos protones, con energía extremadamente alta, generando así una lluvia de nuevas partículas con energías impensables e incluso desconocidas. Estas partículas, tanto como el actualmente descubierto bosón o partícula de Higgs, prometen dar una visión diferente dentro de la Ciencia.
Muchos científicos aseguran que los resultados obtenidos modificarán y traerán nuevos horizontes a la Física de Partículas, mientras que otros sostienen que es demasiado pronto para hacer conjeturas y que deben esperarse los resultados de los informes pertenecientes a los experimentos realizados.


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