Por Garry
Ya conté que el ajedrez nació en la India y cómo el sabio Saissa
alivió con él a su Monarca enfermo de tristeza. La historia de hoy cuenta cuál
fue el pago que pidió este hombre.
Cuando el Rey hubo salido de su estado
de apatía mediante la práctica de nuestro juego, llamó a Palacio al inventor y
dijo:
-
Amable
Saissa, has de tener tu premio. Di lo que deseas y en el acto te será concedido.
Saissa respondió:
-
Alteza, mi
premio ya fue dado, era vuestra salud.
A lo que el Rey contestó:
-
Saissa, hermosas
palabras pero el pueblo me creerá un avaro; te ordeno que digas un precio, el
cual será pagado.
Saissa, con la cabeza gacha y cierto
misterio, dijo:
-
Rey, si tu
voluntad es tanta, escucha mi pedido antes de decidir: quiero un grano de trigo
por el primer cuadro del tablero; dos granos por el segundo; cuatro granos por
el tercero; ocho por el cuarto…
-
¡Basta! -exclamó el
Rey, antes de marearse con el grano y el número, y mandó a los suyos: -¡Hombres de la Moneda y el Pan, paguen a
Saissa lo pedido!
De inmediato, los Contadores se
hundieron en los cálculos.
Después de una tarde entera, se
presentaron sorprendidos. La cifra final de granos de trigo no se hallaba en
todo el reino. No solo eso, los sembradíos de la Tierra no hubieran
alcanzado para satisfacerla. El rey debió admitir que se había apresurado al dar
la orden sin haber realizado el cálculo previo.
¿Cuál es el truco? ¿Por qué un simple
grano, multiplicado sobre un tablero, alcanza una cifra impagable?
Ocurre que Saissa había propuesto una
progresión geométrica, una forma matemática que nos lleva a cifras muy altas
con una rapidez que sorprende. Estamos acostumbrados al lento progreso de las
unidades, es decir, estamos acostumbrados a contar y creemos que contar es sumar uno, dos, tres, cuatro,
etc. etc. Veamos en cambio qué ocurre con la progresión dada. Se comienza con
la unidad pero se duplica la cifra cada vez que se avanza por una casilla del
tablero: 1, 2, 4, 8, 16, 32, 64, 128, 256, 512, 1.024, 2.048, 4.096, 8.192,
16.384, 32.768 y sólo vamos por el cuadro #16.
Les dejo el resto de la cuenta. Verán
que es imposible imaginar el número final, el que debiera colocarse en la
casilla número 64, la última del tablero*.
Para comprender mejor la rareza aritmética
que he narrado diré que un tablero de ajedrez está dividido en 64 casillas, alternadas
de color claro (blancas) y oscuro (negras). Este ajedrezado forma 8
horizontales (líneas) y 8 verticales (columnas). Las casillas de un mismo color
forman las diagonales. Sobre este universo batallarán las piezas.
*El
resultado final del cálculo propuesto arriba es asombroso:
18.446.744.073.709.551.615 ¡Casi dieciocho trillones y medio de granos!
Tal
vez no se perciba lo magnífico de la cifra pero es inimaginable. Para hacernos
una idea de lo que significa veamos este ejemplo: el Universo existe hace
12.000.000.000 de años; es decir, si contara a razón de un segundo por grano
desde la creación del Cosmos hasta hoy, sólo podría contar ¡37.000 billones de
granos! No llegaría a contar medio trillón de granos.
El
ajedrez es un juego maravilloso y su relación con las matemáticas es sólo una
de las muchas que puedes hallar para divertirte y aprender. Hasta la próxima.
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